Convierte tus mensajes en regalos brillantes

Me encanta desempacar regalos y siempre lo hago con tanta ilusión como paciencia, pues para mí no se trata de una experiencia cualquiera.

Así que me tomo mi tiempo para imaginar la sorpresa que me espera y mientras tanto, me deleito al despegar cada cinta con cuidado, desarmar cada nudo con delicadeza o desdoblar cada pliegue sin rasgar un milímetro del papel.

En ocasiones siento que valoro los empaques casi más que los obsequios, porque sé que el propósito de presentar algo con exquisitez es propiciar una conexión memorable y ante todo, demostrar cariño y dedicación.

Ahora, esto mismo podría suceder al momento de comunicarnos, pero antes debemos entender que el equilibrio entre la entonación y la cadencia propia, es el empaque ideal para el discurso de cada persona.

Nuestra forma de hablar le da valor a lo que decimos y nos da la posibilidad de vincularnos emocionalmente con quien nos escucha.

Porque al igual que sucede con tu Marca Personal, el impacto de tus mensajes está condicionado por su primera impresión, que a su vez, depende directamente del tono y el ritmo que eliges usar cuando tienes la palabra.

Entonces si estamos de acuerdo en que cada una de tus comunicaciones puede convertirse en un regalo inolvidable para tu audiencia, ten en cuenta las siguientes recomendaciones desde hoy en adelante.

- Envuelve tu relato en variedad de tonos: 


Modificar la inflexión de tu voz con naturalidad es la mejor forma de mantener la atención de tu público, evitar la monotonía y hacer énfasis en lo que quieres transmitir.

- Fija cada concepto con silencios estratégicos: 


Un alto en el camino siempre viene bien para darle un breve espacio a la reflexión, procesar información, generar suspenso o marcar un cambio de tema.

- Decora tus palabras poniéndoles pasión: 


Tu discurso ganará poder de atracción en la medida que tu voz refleje una convicción total en lo que estás diciendo y un gran entusiasmo al compartirlo.

- Protege tus declaraciones siendo más claro: 


Expresarte bien va mucho más allá de elegir las palabras adecuadas, necesitas encontrar un tono audible para todos, una dicción limpia y toda la claridad posible.

- Entrega tus ideas a la velocidad exacta: 


Ni eres liebre, ni tortuga. Puedes decidir cuándo acelerar tu ritmo al hablar o cuándo ir sílaba por sílaba para facilitar la comprensión de tu mensaje.

Sin embargo, no todos los empaques funcionan igual de bien para todos los regalos. Tu Marca Personal es única, lo que tienes para darle al mundo es inigualable y así mismo debería ser tu forma de contarlo.

Con esto en mente diseñé la metodología CODEEX: Conéctate, defínete y exprésate para aprender a hablar desde adentro.

Lo hice porque quiero enseñarte a usar el autoconocimiento para comunicar mejor lo que piensas en una conversación cotidiana, en una entrevista de trabajo, en una cena romántica, en una presentación de ventas o en una charla frente a cientos de personas.

¿Te gustaría probarlo? Reserva tu lugar en mi nuevo curso y regálame el privilegio de ayudarte a brillar.