Te lo comes tú o me lo como yo.

Te lo comes tú o me lo como yo.

A-mo esta frase. La amo. 

La puedes poner en el contexto que te de la gana y funciona. Y genera reacciones. Y funciona. Y abre conversación. Y funciona.

No importa si se trata del último bocado del postre o de la escena central de una peli porno. 

Funciona.

La primera vez que la escuché, y la que más recuerdo, fue de la boca de una mesera colombiana antes de recoger mi plato casi sin tocar. 

Aclaro su nacionalidad no por perverso ni por ignorante, aunque a veces sea lo primero y casi siempre lo segundo, sino porque los colombianos, especialmente los de Medellín, tienen un tono muy pero muy especial. 

Literalmente te acarician el oído con su voz. 

Seguramente por eso se me quedó tan grabada. Y desde aquel momento hasta ahora la utilizo como una frase simple pero muy poderosa, que está llena de lecciones.

La primera es que provoca complicidad inmediata. Y eso vale oro para cualquier relación humana. 

Lo segundo, es que para vender cualquier cosa, tienes que ser quien más cree en tu producto.

Lo tercero, es que genera tensión a base de una amigable advertencia que te obliga a tomar una decisión. 

No hace falta que te lo diga con tono paisa ni que te muestre tu postre favorito. 

Mucho menos que me quite la ropa y encienda las velas. Pero en unos cuantos párrafos me metí a tu cabeza. 

Hice que imaginaras cosas como solo tú podrías hacerlo. 

Hiciste tuyas mis ideas.

Y todo, con puritito texto. Nada de Midjourney, nada de Photoshop, nada de PNL.

Así funciona la escritura persuasiva. Es lo que he hecho siempre y es lo que te voy a enseñar a hacer.

Porque todos necesitamos saber escribir bien. Si es que queremos vender. 

Y todos quieren vender. 

Por lo que todos deben escribir bien.

No te prometo que con los 150 dólares que me vas a pagar por mi manual vas a duplicar tus ventas. 

Pero si te puedo contar, como meros ejemplos, que con una carta logré rescatar una empresa juguetera en España y con un power Point (sin imágenes) pude levantar medio millón de dólares para una startup.

Creo tanto en el poder de la palabra, que sí te puedo garantizar que vas a conseguir muchas más cosas en la vida si pones en práctica lo que te voy a enseñar.

ESCRIBIENDO ES QUE VENDE LA GENTE.

Si no te lo comes tú, pues me lo como yo.

P.D.1: Te quedan 18 días con este precio. Luego sube, nunca va a bajar.

P.D.2: Después de su único lanzamiento ya no lo voy a vender