Ponte al mando de tu mente

¿Disfrutas las comedias? ¿Te interesa la cultura pop? ¿Eres fan de Jim Carrey?

Si al menos una de tus respuestas es afirmativa, podría asegurar que ya viste "Bruce Almighty", "Todopoderoso" como fue titulada en el mercado latinoamericano, o en su defecto, "Como Dios" la versión doblada al castellano para el público español.

Te estoy hablando de una de las producciones de Hollywood más populares de la década de los 2000, un filme donde el humorista canadiense, asumiendo el rol de un auténtico patán, recibe los poderes divinos de un ser supremo interpretado por Morgan Freeman; quien aprovecha la oportunidad para delegar sus funciones, desentenderse de sus responsabilidades, descansar de la humanidad por un par de días y tomarse unas merecidas vacaciones.

Confieso que aún hoy en día, muchos años después de haberla visto por primera vez, me sigo riendo a carcajadas con las insólitas situaciones que propone el guión.

Por otra parte, debo reconocer que si esta película me encanta, es porque yo también quisiera tener poderes extraordinarios. 

Quién no sueña con solucionar problemas en un abrir y cerrar de ojos, conseguir los mejores empleos que pueda imaginar, responder miles de correos por minuto, poner la luna al alcance del ser amado o controlar el clima a su antojo.

Bruce Almighty o el Todopoderoso, con Morgan Freeman y Jim Carrey

Lastimosamente esto es no es más que una ilusión, algo que solo puede suceder en el cine, porque si pongo los pies en la tierra, aquí en la vida real lo único que puedo controlar es a mí mismo, mis pensamientos y por lo tanto, mi reacción hacia lo que pasa bueno o malo a mi alrededor.

Todo lo demás depende del contexto, de las circunstancias y de factores ajenos a nuestra voluntad. Entonces es comprensible que nos sintamos vulnerables con cierta frecuencia, pues con tanta incertidumbre alrededor, de alguna manera sabemos que lo que hoy tenemos se puede acabar.

Generalmente estamos atados a otras personas, a un empleo o a un negocio. Osea que nuestra estabilidad económica o emocional depende de factores que no controlamos. 

¿Y qué podemos hacer? Fortalecer lo que sí controlamos, a nosotros mismos.

En la medida que logremos construirnos como personas por encima del entorno, nos volveremos más resistentes a los cambios que vienen de afuera.

Imagínate que si amanece nublado te pones triste todo el día y si gana tu equipo de fútbol te pones feliz todo el mes. 

Obviamente somos seres emocionales y sentir está perfecto, pero no podemos permitir que nuestro entorno nos defina. 

Así que cada vez que notes que esto pasa, detente un momento, respira profundo y toma el control de ti.

A propósito, una gran amiga mía, Nathaly Marcus, me hizo ver lo importante que es controlar la mente en tu vida y, específicamente, cuando se trata de tu Marca Personal. 

Y es que si tienes el poder de enfocarte en lo tuyo, haciendo a un lado el ruido mediático que existe allá afuera, la opinión de los demás e incluso la tuya, lograrás ponerte al mando de tu mente y construir un proyecto realmente genuino que brille con luz propia.