Monetiza mientras disfrutas el camino.

Recuerdo haber leído “la fábula oriental del dinero” siendo un niño porque esa lectura marcaría el rumbo de mi vida. 

Luego, al cabo de unos años, comprendí que habla sobre un tema apasionante, que a todos interesa y, que específicamente, se trata de eso que nos ayudará a vivir de lo que verdaderamente amamos: es decir, Monetizar.

Aquel relato fue concebido con la intención de evidenciar que no hay nada más emocionante que alcanzar nuestras metas por nuestros propios medios, hacer realidad nuestros sueños y nunca abandonar la esperanza en ellos.

Podemos encontrar una confirmación para esta premisa tomando como ejemplo a Oswaldo Trava, un inversionista ángel que a partir del instinto y la valentía, ha conseguido construir muy bien su Marca Personal y a partir de ello, ha multiplicado sus negocios. 

Empecemos por destacar que pocas cosas de las que comunica y ha venido haciendo los últimos años le han generado ingresos directos. La mayoría de sus ganancias, dicho por él mismo, ha sido por lo que se genera alrededor de esas actividades.

De la misma forma, cientos de emprendedores provenientes de todas las industrias, han encontrado su propia ruta para expandir su nicho profesional, cautivar su audiencia, sacar provecho de su reputación y ganar dinero por medio de webinars, master classes o consultorías personalizadas.

Como ves, existen múltiples maneras de hacer negocio a partir de capitalizar tu carrera o tus talentos. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado de que esta no sea nunca la razón por la cual hayas decidido construir tu Marca Personal, articular un proyecto o compartir lo que sabes.

Al final, el dinero es muy necesario, pero es solo un medio, una consecuencia de un trabajo, más no una causa ni un objetivo. 

Pensar en el dinero como la meta es tan absurdo como manejar un auto por varios kilómetros con el objetivo de ponerle gasolina. Te subes a un auto para trasladarte a determinado lugar, ese es el propósito, y para llegar a tu siguiente destino, necesitas gasolina. 

Dicho lo anterior, la cantidad de fuentes de ingresos que puedes encontrar a partir de capitalizar tu brillo son muchas, tal vez ilimitadas; pero créeme que el dinero solo se disfruta cuando estás comprometido con el brillo de donde nace ese recurso.

Por eso es fundamental tener claro que, de ninguna manera, o con poquísimas excepciones, el dinero llega rápido. Y cuando llega, es muy probable que sea de una manera poco predecible y muy indirecta. 

A mí me costó mucho trabajo entender que a veces las actividades que no se cobran, pueden ser las más rentables y que así como el dinero es la energía que genera nuestro propio trabajo, también es abundancia compartida.

Por fortuna, la experiencia me ha demostrado que cuando haces las cosas con amor y aportas al mundo, siempre habrá alguien que esté dispuesto a pagarte la gasolina para que sigas avanzando. 

Y eso es monetizar... Desarrolla todo tu potencial, haz brillar tus talentos, capitalízalos y disfruta el camino mientras el dinero fluye en tu vida.

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