Mi primera chamba

Si estás esperando que te cuente acerca de un cocinero incendiando el restaurante, un transportista dejando caer un piano de cola o un albañil derrumbando el muro que acaba de construir, lamento decepcionarte.

Mi primera chamba no fue tan desastrosa. 

Se trataba de escribir el texto de un folleto para una Expo Papelera. 

Y no. No se trataba de un evento de puros basureros de diferentes tamaños y colores. 

Era una exposición donde diferentes proveedores del mundo del papel mostraban su mejor cara para que les compraran sus productos o servicios.

Era una época en la que la imprenta tenía todavía un rol muy importante en el mundo. 

Si te tocaron los Teletubies, Barney o las Chicas Superpoderosas cuando eras chiquito, no te imaginas de qué estoy hablando.

Pero bueno, el punto es que mi primera chamba se trató de escribir. De escribir para vender.

Y tu primera chamba para cualquier cosa que hagas, es escribir. Punto.

Un currículum, un mail, un WhatsApp.

Aunque tu trabajo sea de almacenista o de guardaespaldas de strippers, lo primero que haces para empezar, es escribir.

Ahora, si tienes un negocio o diriges una empresa, es lo mismo.

Tu primera chamba es escribir.

Desde el plan de negocios hasta tu primera presentación de ventas. 

Escribir es un ritual más que necesario para bajar tus ideas, tus sueños y lo que quieres ofrecer al mundo.

Pero ¿qué crees? La mayoría no lo hace.

Muy pocos escriben lo que realmente piensan y lo que quieren acerca de su empresa o sus productos. 

Por lo tanto no conectan como podrían hacerlo con los demás. En este caso con los clientes o los consumidores.

No lo hacen porque creen que no saben hacerlo y terminan delegándolo a alguien más. 

O copian lo que la mayoría dice cambiándole un par de palabras y por lo tanto cayendo en donde todos caen. 

En el aburrimiento absoluto.

Mejor escríbelo tú.

Probablemente no te salga muy bien a la primera, 

o sí. 

Pero seguro te sale mejor que a tu sobrina o que al becario que pusiste a llenar tu sitio web. 

Nada vende mejor que tus propias palabras. 

Ni las prestadas ni las hurtadas. 

Las tuyas.

Estoy por lanzar una guía para personas como tú que piensan, sueñan y sienten, pero que no lo comparten con los demás. 

ESCRIBIENDO ES QUE VENDE LA GENTE. 150 USD. 14 días de preventa. 

Para que lo empieces a hacer.

Te vas a sorprender lo bien que se te da y lo bien que te va a resultar.

Mi primera chamba contigo será hacerte escribir. Sospecho que no será un desastre.