¿Estabas buscando algo en especial?

Aug 29, 2024

Sí claro, quiero una camisa azul con bolitas blancas de unos 2mm cada una, bolsillo del lado derecho…

 

No, 

obvio que no estoy buscando nada especial. 

Bueno sí, ojalá me encuentre algo especial, pero no algo EN especial.

Solo en casos muy muy puntuales en los que tengo, no sé, una boda y me hace falta un pañuelo que combine con mi corbata, o algo así, es cuando entro a una tienda de ropa y pregunto por algo en especial.

Cuando no, entro para que me sorprendan. Para encontrar eso que tanto quería pero no sabía que lo quería. 

Eso que no sé cómo he podido vivir sin tenerlo. Eso que me levanta el ánimo con tan solo ponérmelo. 

Eso que tiene un no sé qué, que qué sé yo.

No creo ser tan raro ni tan diferente a la mayoría de las personas que compran ropa. 

Y sin embargo, el 99% de los vendedores de las peores y las mejores tiendas del mundo caen exactamente en el mismo error: preguntar lo obvio, decir lo obvio y así ahuyentar al posible comprador.

“Si necesitas algo, no dudes en preguntar”. Me dijo Chloé, una guapa señorita en A.P.C., una exclusiva boutique en uno de los barrios donde compran los locales ricos de Paris. 

Oye, gracias por tanta benevolencia. 

La verdad es que si no me hubieras dicho, capaz que me quedo con las ganas y no me llevo estos pantalones porque seguro que no tienen de mi talla y no me atrevía a preguntar.

Me hubiera encantado contestarle eso, pero no soy tan cruel ni hablo francés, así que lo único que hice fue asentar con la cabeza e irme sin comprar ni un trapo.

Ser vendedor de tienda, en mi opinión, ha de ser sumamente aburrido. Pero más aburrido es tener ganas de comprar y que te las quiten con ese comportamiento.

Así pasa en la mayoría de las interacciones comerciales. Desde el vendedor de tienda hasta el presupuesto que mandas por mail.

Y cuál es la solución? Como siempre, las historias.

Cuéntame la historia de la marca. Dime acerca de la fabricación. Entreténme con alguna anécdota personal. 

Sé más humano si no quieres que te reemplacen por un kiosko interactivo pasado mañana.

A las personas les gusta comprar. 

 

Sí, les encanta.

Pero también les gusta que les vendas. 

No presionando, no haciendo preguntas tontas, no diciendo obviedades. 

Vendiendo, o seduciendo que es lo mismo.  

Así que la próxima vez que estés por mandar ese mail, ese mensaje o cualquier tipo de comunicación a tu prospecto, por favor evita las obviedades, que no demuestran otra cosa que tu necesidad desesperada de vender.

Cachondea un poco con las palabras. Juega, Divierte. 

La venta llega sola.

Si buscas algo especial ya lo encontraste. Se trata de la guía ESCRIBIENDO ES QUE VENDE LA GENTE.

No tiene bolitas blancas ni es carísimo de París. 

150 dólares si lo compras en los próximos 15 días naturales. Ya luego sube de precio.

 

Si no te importa espérate y paga más.

 

De cualquier forma lo vas a recuperar con todo lo que vas a ganar.