Amo el helado

Amo el helado. 

 Amo escribir. 

 Y amo ganar dinero.

 En más de una ocasión me han pagado decenas de miles de dólares por escribir 2 o 3 palabras. 

 No te lo cuento por presumirte. 

 Te lo digo para invitarte a que tú lo hagas.

 Escribir es de las herramientas más efectivas y menos aprovechadas para ganar dinero. 

 Y no tienes que ser un genio para hacerlo.

 Yo no lo soy. 

 Hace algunos años, Mauricio, quien dirigía el área de Marketing en una empresa de helados, me pidió que le ayudara a escribir una frase que convenciera a la gente para comprar alguno de los diferentes productos que había en el congelador de las tiendas.

 Durante una larga sesión me contó acerca de los procesos de fabricación, la “cadena de frío” que necesitan para mantener el helado y las paletas en perfecto estado de la planta al punto de venta,  la gama de sabores y presentaciones para niños, jóvenes y adultos. 

 Además me mostró una serie de estudios acerca de los diferentes perfiles de consumidores, los “drivers” o motivadores de compra, las ventajas competitivas con respecto a las otras marcas, en fin, me atiborró con una cantidad abrumadora de información suficiente para que yo abriera mi propia heladería al día siguiente.

 Saliendo de la reunión, tiré a la basura todo lo que había recibido y me fui directo a una tienda donde vendían la dichosa marca.

 Si se hubiera enterado, me mata.

 Me quedé por una tarde completa observando a la gente. Escuchando lo que hablaban entre ellos, la manera en la que recorrían el congelador antes de elegir y las caras que hacían cuando consumían el producto.

 También hice un muy honesto auto análisis de mis pensamientos y emociones cuando decido comer helado y otros postres.

 Mi conclusión es que todo se resume a una simple palabra: 

 IMPULSO. 

 Nadie en su sano juicio planea ir a comprar una paleta helada de vainilla cubierta de chocolate y almendras el próximo jueves 16 a las 4:15 de la tarde. 

 Nadie.

 (Yo lo hago a veces, pero yo no tengo sano mi juicio)

 Comer casi cualquier postre y particularmente un helado es algo que se te atraviesa de repente e inevitablemente te lleva a tomar una decisión entre portarte bien o mal.

 No importa lo goloso o sano que seas. Lo normal es que te detengas un segundo a pensar si caes o no en la tentación. 

 Por eso, no existe tal cosa como un argumento de ventas que te convenza. En todo caso necesitas un toque de complicidad que te dé ese pequeño empujoncito.

 La frase que le propuse a Mauricio fue: 

 DÉJATE LLEVAR. 

Obvio le encantó (si no, no te lo estaría contando), me la compró y estas 2 palabras vivieron muchos años acompañando a la marca en todas partes.

 Le puedes llamar slogan, tagline o frase publicitaria. Yo lo llamo hacer lo que amas y que te paguen por ello.

 Solo necesitas entender lo que realmente mueve a tu cliente y escribirlo.

 Eso es lo que enseño en mi guía ESCRIBIENDO ES QUE VENDE LA GENTE. 

 No pretendo que te vuelvas publicista. Lo que busco es que aprendas a escribir para vender lo que quieras. Tu producto, tu servicio, tu talento, hasta tus besos. Y sin enseñar nada de piel.

Solo escribiendo.

 150 dólares para que aproveches el poder de la palabra escrita en la época en la que más leemos y más compramos los humanos.

 Este precio es de PREVENTA, y como todas las preventas es menor al que tendrás después. En este caso en 26 días.

 Después de su lanzamiento en octubre, no volverá a estar NUNCA de los NUNCAS a la venta.

 Así que déjate llevar por ese antojo que tienes de ganar mucho dinero para comprarte todo el helado que quieras.