Un ejercicio para descubrir tu marca personal
Jul 24, 2023¿Quién soy?… Una pregunta tan extraordinaria que puede responderse con solo un par de palabras o convertirse en un apasionante recorrido por caminos colmados de sorpresas. Yo te recomiendo elegir la segunda opción y para dar comienzo a la aventura del autoconocimiento, te propongo un ejercicio esclarecedor.
Normalmente, lo que tenemos para describirnos y definir lo que somos, se basa en representaciones de nosotros mismos, ya sea por una fotografía o la imagen de un espejo y... ¡Atención con eso!, porque lo que miras en el espejo, en realidad no eres tú, es solo un reflejo.
Encontrar quiénes somos, tiene que ver con nuestra experiencia de vida, con nuestro pasado y con pilares fundamentales como nuestras creencias y valores; así como se relaciona directamente con nuestras capacidades reales y lo que creemos que somos capaces de hacer. También nos definen los estereotipos, los clichés o aquellos paradigmas que están muy cimentados en nosotros; además de las personas que nos rodean y todo lo que escuchamos sobre nosotros mismos.
Por ende, lo que pretendo es ayudarte a generar una especie de simbiosis entre lo que tú crees que eres, lo que dicen que eres y lo que realmente eres.
A grandes rasgos, nuestra actividad consiste en identificar algunas de tus características específicas, analizándote desde diversos puntos de vista que incluyen tanto el tuyo propio, como el de aquellas personas que realmente te aprecian y te conocen.
Así que toma un papel, un lápiz y prepárate para descubrir tu gran potencial.
Empieza por hacer una lista de tus habilidades, esas acciones concretas que sabes hacer muy bien; como si eres bueno para dibujar, cantar, adaptarte al cambio, comunicarte, resolver problemas, crear cosas, emprender, relacionarte con los demás, trabajar en equipo, tomar decisiones, ser proactivo o trabajar bajo presión.
Ahora enfócate en revisar tus VIRTUDES y escribe las que crees que te representan mejor, pueden ser cosas como la prudencia, la justicia, la paciencia, la fortaleza, la lucidez, la empatía o la templanza.
Continúa con tus INTERESES, apunta todo aquello que te llama la atención, lo que te gusta hacer y lo que te apasiona, como el deporte, la cocina, la jardinería, los números, la medicina, la música, el teatro, etcétera. No te discrimines, todos tus intereses son válidos y muy valiosos, así sean los muñecos de peluche, las zapatillas de baile, las leyendas medievales o los viajes interplanetarios, ¡lo que sea es bienvenido!
Finalmente, trata de detectar tus mayores áreas de crecimiento, haciendo un examen de conciencia que te permita saber cuáles son aquellos aspectos de tu vida en los que aún tienes oportunidad de mejoramiento y un buen margen para desarrollarte.
Cuando tengas todas tus respuestas consignadas en el papel, hazle estas mismas preguntas a algunas personas cercanas que sean relevantes en tu vida (Madre, padre, hermanos, tíos, pareja, ex pareja, compañeros de trabajo) y tómate el tiempo necesario para contrastar sus respuestas con las tuyas, encontrar coincidencias inesperadas, entender contradicciones insólitas, trazar conexiones inusuales y obtener una radiografía de ti mismo que te muestre las posibilidades que tienes para brillar.
¡Buena suerte en tu exploración!