Si no sirves, no sirves.

Cuando todo está saliendo de maravilla y sentimos que ya estamos preparados para comernos el mundo, es normal que la idea de hacer una pausa pueda parecernos contraproducente y cuanto menos, inútil. 

Sobre todo cuando ya hemos caído en la trampa de vivir el día a día como una competencia de velocidad y perseguir el éxito profesional como si se tratara de una maratón sin descanso ni final.

De qué sirve parar, si es más cómodo asumir que todo aquel que piensa, pierde.

Yo pienso distinto, estoy convencido de que siempre es oportuno hacer un alto en el camino para bajar las revoluciones, tomar un respiro y tratar de averiguar por qué nos dedicamos a lo que nos dedicamos, precisar si lo hacemos por el afán de acumular dinero, por la necesidad de encajar en un círculo social, por la satisfacción de sentirnos reconocidos, o si lo hacemos por el placer de dedicar nuestra vida a lo que verdaderamente nos apasiona.

En verdad lo creo, para mí, no hay nada más urgente que encontrar nuestro propio propósito, o mejor dicho, descubrir cómo le podemos servir al mundo. Te lo digo sin temor a equivocarme porque sé por experiencia que cuando te dedicas a hacer algo para lo que verdaderamente sirves, tu semblante, tu pasión y tu entrega, te harán brillar y en consecuencia, serás feliz. 

No tengas duda, todos los seres de este mundo tenemos un propósito definido, aunque a veces no lo veamos claramente. Podríamos encontrarnos tan confundidos por lo que hay a nuestro alrededor, que en ocasiones es difícil descubrir nuestros verdaderos intereses para entender quiénes somos. Lo cierto es que, creo que la mayoría se ha sentido perdido, triste o solo en algún momento de su vida. ¡Incluso tú!. Sin embargo, te garantizo que en el instante en que descubras para qué estás aquí... ¡Empezará la magia!. 

Y si aún no lo has descubierto, lo mejor que puedes hacer en este momento, es realizar la mejor inversión que puedes hacer en tu vida: invertir en ti.

¡Es verdad! Lo único que tienes seguro en la vida es a ti. Así que empieza por ahí; antes de voltear para buscar hacer algo que ni siquiera te llena, comienza por identificar qué talentos tienes, qué te encanta hacer y EXPLÓTALO. Comienza a creer en ti y apuéstale a tu propio brillo. 

Una frase que construí a lo largo de mi carrera y se ha convertido en una de mis favoritas, es: Si no sirves, no sirves. 

El significado o connotación de esta frase pareciera ser obvia, pero ¿sabes realmente qué es servir? Me refiero a servir a los demás, haciendo algo en lo que tú eres bueno y los demás necesitan.

Por eso, antes de cerrar, quiero invitarte a preguntarte constantemente ¿Para qué sirves?, sin olvidar nunca que para poder servir tienes que tener en cuenta a tu comunidad, tu país, tu trabajo, tu familia o a un tercero que te permita servirle.

Créeme, serle de utilidad al mundo le dará mayor brillo a tu vida.