Ideas para encontrar tu propósito

Ya sabemos que uno de los primeros pasos para nuestro crecimiento y el de nuestra marca personal es el autoconocimiento. También podríamos partir de la premisa de que, como seres humanos, somos complejos y nos atraviesan un montón de situaciones y condiciones que construyen parte de nuestra identidad y nuestro temperamento. 

Para conocernos (¿será mejor, quizás, decir que nos estamos “reconociendo”? ¿Que nos hemos acompañado durante toda la vida, como esa voz o voces de la conciencia?), hay muchas preguntas posibles (te recomiendo este contenido de mi blog: “¿Cómo encontrar mi brillo?”, en él encontrarás un listado de preguntas que pueden ser de utilidad). 

Podemos en primer lugar reconocer nuestros talentos, luego nuestras falencias, los momentos que nos han marcado la vida, las personas que han hecho parte de nuestra red más íntima, todas estas opciones nos permiten conocernos, identificar esos elementos que a lo largo de la vida hemos incorporado y, de alguna manera, nos componen. 

En esta ocasión intentaremos profundizar en la pregunta sobre nuestro propósito por medio de tres ejercicios que puedes llevar a cabo en cualquier momento:

Permítete trabajar en equipo y también en solitario: todos y todas tenemos inteligencias diferentes, y las inteligencias sociales son una necesidad contemporánea. Sin embargo, también hay labores que se pueden (y se deben) llevar a cabo en solitario. Sin importar si prefieres el trabajo en equipo o el individual, de manera deliberada permítete explorar ambos caminos y reflexiona sobre cómo te sentiste en cada caso. A veces los propósitos de vida tienen unos vínculos colectivos, a veces no tanto y eso está bien.

Dedica parte de tu tiempo donándolo a causas que te muevan: lo más probable es que desde nuestra llegada a este mundo hayamos identificado cosas que no nos gustan de él, que nos parecen injustas o malsanas. Piensa cuáles de esas situaciones te movilizan, te indignan en un nivel que atraviesa tu cuerpo, y dedica tu tiempo y talento en contribuir. Es muy importante requerir que nuestras virtudes sean retribuidas cuando generan valor, pero este ejercicio te permitirá fluir movilizado por unas fuerzas diferentes de las del mercado. 

Recuerda los sueños de la infancia y revívelos: es muy posible que varios recuerdos reveladores de nuestros primeros años de vida se hayan ocultado bajo un tapete de otros recuerdos y algunas frustraciones; a veces con solo rememorar esos episodios de nuestra infancia podemos encontrar unas motivaciones primigenias, esenciales o fundamentales para darle forma a nuestro propósito.

Es muy importante que comprendas esta pregunta por el propósito como algo que puede tomar mucho tiempo, que puede ir cambiando a lo largo del proceso, pero cuya respuesta va a ser tan natural y espontánea que vas a reconocerla de inmediato. 

Finalmente, aunque haya sido de manera inconsciente, hemos respondido esta pregunta a lo largo de la vida de diferentes maneras: ¡no le temas a cambiar más adelante de propósito! Las posibilidades son infinitas. ¿Qué cambios de rumbo reveladores recuerdas en tu vida? Cuéntame en los comentarios.