驴C贸mo encontrar tu brillo?
Jun 09, 2023Conocernos es un proceso que, si lo queremos hacer bien, nos puede tomar toda la vida: es una tarea de nunca acabar. Sin embargo, hay puntos claves, claridades que, de ser resueltas durante los primeros pasos, pueden aclarar el camino de nuestro crecimiento y el de nuestra marca personal.
Aunque es inevitable compararnos pues hacemos parte de un mundo social, uno de los errores más comunes que se cometen es intentar ser quien no somos, olvidando nuestro camino de vida que tiene unos recorridos que solo nosotros mismos seguiremos.
Por eso el primer paso es conocernos, para lo cual puede ser de utilidad hacernos preguntas como: ¿qué quiero hacer? ¿Qué es lo que más disfruto en la vida? ¿A qué me quiero dedicar? Las personas que nos rodean y nos quieren son una fuente para ayudarnos a responder estas preguntas. Emprender, ser independiente, monetizar mi talento, son algunas ideas que pueden guiar las posibles respuestas.
Es muy difícil que alguien nazca con la certeza absoluta de saber cuál es su propósito de vida; normalmente uno lo va descubriendo conforme va midiendo o tanteando el terreno, mientras va “pivoteando”. Este pivoteo se logra solo si nos atrevemos, si lo intentamos, si experimentamos y vamos reconociendo nuestras habilidades, virtudes, fortalezas, intereses y áreas de crecimiento.
Si cierras este proceso de reconocimiento buscando generar un impacto positivo en tu entorno, lo más probable es que encuentres motivaciones que te apasionan y elementos que te diferencian de los demás: serle de utilidad al mundo le dará más brillo a tu vida.
Una vez comienzas a identificar tu propósito, un siguiente paso puede ser plantear los elementos que identificarán a tu marca. Cuando uno tiene claro su “por qué”, las posibles adversidades se podrán enfrentar con mayor claridad. Piensa cómo esa marca puede construirse a partir de elementos simbólicos como un templo, un relato, un credo o unos rituales; no se trata de crear una religión, pero sí de imitar algunas estrategias que te permitan construir una comunidad de seguidores que se movilicen en torno a tus ideas.
Ahora… ¿cómo llevar todas estas ideas a la acción? ¿Cómo viajar a las profundidades de nuestros pensamientos y regresar con la claridad suficiente para ponernos en marcha? Te recomiendo hacer el siguiente ejercicio: en un documento (puede ser un tablero, una hoja grande de papel, un cuaderno o un archivo digital), responde todas estas preguntas (puedes dar varias respuestas a la misma pregunta):
- ¿Cuál es mi propósito?
- ¿Cuál es mi talento?
- ¿Cómo es mi identidad?
- ¿Para qué soy bueno?
- ¿Por qué quiero ser reconocido?
- ¿Cuál es mi pasión?
- ¿Cuál es mi causa?
- -¿Cuál es mi ícono?
- ¿Cuál es mi templo?
- ¿Cuál es mi ritual?
- ¿Cuáles son mis palabras sagradas?
- ¿Quiénes son mis creyentes?
- ¿Quiénes son mis detractores?
- ¿Quiénes son mis líderes?
Tómate tu tiempo. Responder estas preguntas puede abrumar a principio, pero el camino te dará una claridad que no tenías antes de comenzar. Lo más importante es comprender que toda esa energía transformadora y poderosa se encuentra en tu interior, ¡es cuestión de saber buscar, e iluminar adecuadamente para que tus virtudes brillen!